El ciclismo en Euskadi es una religión

El Tour de Francia abandona territorio español tras las tres primeras jornadas en las que ha transitado por el País Vasco dejando momentos únicos y es que el ciclismo en Euskadi es prácticamente una religión. Se trata de una de las mejores aficiones del mundo sin lugar a dudas.

El Tour 2023 empezaba en Bilbao con la jornada de presentación y la primera etapa. Desde el primer momento en la presentación la gente se volcó con los corredores y estuvo presente pese a la lluvia.

El inicio de la primera etapa en Bilbao estaría lleno de gente y el pueblo bilbaíno se desplazaba para ver pasar a los mejores ciclistas del planeta por sus carreteras. Desde primera hora de la mañana se puso ver un ambiente espectacular en el Pike Bidea. La subida decisiva de la primera etapa se teñía de naranja esperando la llegada de los corredores.

El landismo inundaba las carreteras vascas. Todas quedaban pintadas como mensajes de ánimo para Mikel Landa y muchos de los aficionados entonaban su nombre al paso del ciclista alavés.

La segunda y tercera etapa en su paso por Vitoria y San Sebastián no iba a defraudar. La segunda jornada finalizaría en la ciudad de la Concha y la tercera haría paso por la misma antes de finalizar en Bayona.

El ambiente en el Jaizkibel era espectacular con gente en plena subida, abriendo pasillo al paso de los corredores. La ciudad de la concha se inundaba de aficionados apoyando a los corredores.

Todos los corredores se han mostrado muy agradecidos por el apoyo incondicional de los aficionados que han estado durante estos tres días apoyándoles desde muy cerca. Esta claro que las imágenes que nos dejan estás jornadas son maravillosas y es que el ciclismo en Euskadi se puede catalogar como religión.