Anna Van der Breggen disputó su última carrera profesional el pasado 25 de septiembre, en el reciente Mundial de Flandes.
La campeona neerlandesa decidió, en plena pandemia el año pasado, que el año 2021 sería su última temporada como ciclista profesional. En sucesivas entrevistas a raíz de su decisión, ella siempre ha defendido que le gustaría pensar en su carrera profesional en positivo, recordando éxitos recientes. Aunque solamente tiene 31 años, nunca fue partidaria de alargar en demasía su prestación en el ciclismo profesional si los resultados no acompañaban. Tiene, tuvo y tendrá siempre mentalidad ganadora.
La ciclista de los Países Bajos, con tan solo 31 años, ha sumado 62 victorias: Giro d’Italia Femminile, Mundiales, JJOO, Flèche Wallonne, Liège-Bastogne-Liège, Tour de Flandes…la lista es interminable.
Van der Breggen deja atrás una carrera extraordinaria con 62 victorias. La lista es interminable, pero sobresalen 4 victorias en el Giro d’Italia Femminile, 2 Mundiales en Ruta, oro olímpico en Río, 7 Flèche Wallonne, 2 Liège-Bastogne-Liège y un Tour de Flandes, entre muchos otros éxitos. Su palmarés es solamente comparable a sus compatriotas Marianne Vos y Annemiek Van Vleuten, a la francesa Jeannie Longo o la alemana Judith Arndt. En otras palabras : el olimpo femenino del ciclismo.
Más allá de sus grandes éxitos, ella siempre se ha sentido identificada como una de las grandes portavoces del ciclismo femenino, en defensa de la equidad constante respecto al deporte masculino. Siempre ha opinado que el ciclismo femenino no puede ser igual al masculino en capacidades, pero sí en espectáculo, repercusión y sueldos.
Desde los 12 años hasta este año que termina, su vida la ha dedicado al ciclismo, aunque también es licenciada en Enfermería. Ahora verá las carreras desde dentro, pues será una de las nuevas directoras técnicas de su equipo, el SD Worx.
Sus objetivos y prioridades han cambiado, como la vida misma. Desea ser madre y formar una familia. Sabido es que para las mujeres deportistas de élite, este cambio supone siempre un replanteamiento sobre su futuro profesional, y no debería ser así. Falta mucho terreno por recorrer en estos menesteres.
La realidad es que ella no cierra del todo la puerta a una posible vuelta, pero lo ve lejos. Lo que tenga que ser será. Nadie le puede quitar su espléndida carrera y su estilo inconfundible sobre la bicicleta, repleto de talento e inteligencia.
Se va una de las más grandes. Seguro que no tendrá todo el reconocimiento que se merecería. Por esa razón, lo que podamos contribuir en celebrar sus enormes éxitos creo que es de recibo y absolutamente merecido.
Gracias por todo, Anna.