El próximo sábado 3 de marzo tendrá lugar una de esas pruebas que todo aficionado al ciclismo debe marcar en rojo en el calendario: la Strade Bianche. Una carrera que pese a su juventud es ya historia del ciclismo.  Y es que alzar los brazos en la Piazza del Campo de Siena supone una victoria de prestigio que enriquece el palmarés de todo ciclista.

La carrera es una delicia para la vista. El ondulado terreno toscano salpicado por numerosas colinas, cipreses y pueblos medievales hacen un excelente decorado para que los ciclistas den su mejor versión.

Van der Poel busca su segunda Strade Bianche

En la categoría masculina el recorrido cuenta con 184 kilómetros y más de 3.000 metros de desnivel positivo. Como es habitual la salida y llegada se situará en la ciudad de Siena, que cuenta con un maravilloso centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad. El pelotón tendrá que afrontar un recorrido quebrado con continuos sube y bajas que cuenta con once tramos de sterrato repartidos en un total de 63 kilómetros. La llegada se situará en la Piazza del Campo, pero antes tendrán que afrontar un último kilómetro de gran exigencia. La ascensión por la estrecha y adoquinada Vía Santa Caterina con pendientes de hasta el 16%.

Subida de Vía Santa Catarina. Foto: Tornanti Cycling Photography
Subida de Vía Santa Catarina. Foto: Tornanti Cycling Photography

En cuanto a la participación, en un principio se contaba con la presencia de Tadej Pogačar y Wout van Aert. Aunque finalmente ambos han causado baja. Por lo que Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck) figura como el máximo favorito para hacerse con la victoria. El neerlandés tendrá como rivales directos al doble campeón del mundo Julian Alaphilippe (Soudal-Quick Step)y al británico Tom Pidcock (Ineos Grenadiers). Otros nombres a tener en cuenta entre la nomina de favoritos son Tim Wellens (UAE -Team), Michal Kwiatkoswki (Ineos Grenadiers), Alexander Vlasov (Bora- Hansgrohe) o Tiesj Bennoot (Jumbo -Visma). El corredor del Jumbo viene en un gran estado de forma tras llevarse la Kuurne-Bruselas- Kuurne, además hay que recordar que en 2018 ganó una Strade Bianche marcada por la lluvia.

En cuanto a la participación española, destaca la presencia de Peio Bilbao (Bahrain -Victorious). El vizcaíno se ha convertido en uno de los ciclistas más regulares y consistentes de todo el World Tour.

Duelo Van Vleuten- Kopecky en la prueba femenina

En lo que respecta a la categoría femenina. Las ciclistas tendrán que afrontar un recorrido de 136 kilómetros con un total de 8 tramos de sterrato. Al igual que en la carrera masculina, atravesarán el entorno de la ciudad de Siena por un terreno sinuoso salpicado de numerosas colinas que irán generando un importante desgaste a las corredoras. Con más de 30 kilómetros de sterrato, las carreteras blancas de la Toscana harán la selección de la carrera. Teniendo como último escollo el ascenso por Via Santa Caterina hasta la emblemática Piazza del Campo.

En cuanto a la participación sobresale un nombre por encima de todos: Annemiek van Vleuten. La holandesa del Movistar Team busca despedirse en su última temporada como profesional con una buena actuación en una de sus carreras fetiche. Tras sus triunfos en 2019 y 2020, Van Vleuten busca llevarse una tercera victoria de la Strade Bianche que engrose todavía más su espléndido palmarés. Sus rivales más directas será la belga Lotte Kopecky (SD Worx) y la italiana Elisa Longo Borghini (Trek-Segafredo). Kopecky llega en un buen momento tras lograr el pasado fin de semana una meritoria victoria en la Omloop Het Nieuwsblad, además el año pasado se impuso a Van Vleuten en la meta de Piazza del Campo. Borghini, vencedora en 2017 de la Strade Bianche completa el trío de grandes favoritas.

Paisaje toscano que atraviesa la Strade Bianche. Foto: Steve Bauer
Paisaje toscano que atraviesa la Strade Bianche. Foto: Steve Bauer

La Strade Bianche desde que inició su andadura en 2007 no ha dejado de sorprender. Convirtiéndose en una de las citas imprescindibles del World Tour. Un recorrido bien diseñado y atractivo que tiene como telón de fondo un entorno por el que se puede contemplar las riquezas de una región mítica como la Toscana. Hace de la Strade Bianche un espectáculo visual que atrapa al espectador desde los primeros minutos. A disfrutar.

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