Caos y armonía solo tienen un posible emplazamiento en el mundo del ciclismo: Flandes.
La Dwars door Vlaanderen (A través de Flandes) es la clásica por excelencia justo antes de la mágica «De Ronde».
Tradicionalmente son carreras muy difíciles de controlar. Y las de 2022 no fallaron a la cita.
El regreso del mejor Van der Poel
En categoría masculina vivimos una clásica más, al son del «Van der Poel style«.
A más de 90 km para meta, el neerlandés mandó poner una marcha más a su equipo en el Stooktestraat. Y 20 km más tarde, en el Berg Ten Hout, hachazo del Ineos con Pidcock y Turner. Solo les pudieron seguir Van der Poel, Küng, Campenaerts y Benoot. Seis galgos con camino por recorrer.
Por detrás, caídas. nervios y viceversa. El caballo se había ido.
Consciente de ello pero a la vez reticente a aceptarlo, Tadej Pogacar saltó del grupo al final del Kanarieberg, en busca y captura del sexteto.
Demasiado tarde. No le volverá a ocurrir, le pilló desprevenido e inexperto. El sábado será otra historia. Otro capítulo de «las aventuras de Tadeo«.
Mientras tanto por delante, el grupo de los seis elegidos alcanzaba la fuga del día compuesta por cinco hombres. De ellos solamente (que no es poco) conseguirían aguantar la rueda Nils Politt y Kelland O’Brien. Relevaban impecablemente para no dejarse atrapar.
Pogacar volvía a tensar la cuerda antes del Ledestraat, llevándose a su rueda a su compatriota Jan Tratnik y al «nuevo clásicómano» Valentin Madouas. Carrerón del doble campeón del Tour de Francia, que conseguiría un buen Top-10.
Jugándose la victoria, Tiesj Benoot libró la vigilancia del grupo a menos de 2 km para meta. ¿Se fue sólo? Adivinen. Mathieu demarró poco después para jugarse la victoria a dúo. Van der Poel alzó los brazos en meta y Tiesj solo pudo aplaudir.
Consonni reina en el desorden
La carrera femenina fue, una vez más, muy emocionante.
Es una constante. Las escapadas tienen muy difícil llegar a meta en el pelotón femenino. Y eso convierte las carreras en constantes luchas de poder a poder.
En esta ocasión, la fuga más longeva la protagonizó la combativa Brodie Chapman (FDJ) a 60 km para meta, a la que alcanzaron poco después Juliette Labous (DSM) y Georgia Baker (BikeExchange).
En el grupo principal Annemiek Van Vleuten acaparó todas las miradas. Intentaba una y otra vez demarrar en todas las cotas del día, pero le faltó dureza. Las demás andaban pegadas a ella, conscientes que era la rueda buena del día.
El resultado final, sprint reducido de unas 25 corredoras. Volata desordenada, caótica, y perfecta para una corredora que no tuviera un tren a su disposición.
La elegida fue Chiara Consonni (Valcar), ciclista de solo 22 años, que lleva demostrando desde hace tiempo su punta de velocidad y saber estar en carrera. El podio lo completaron Julie De Wilde (Plantur) y la talentosa Elise Chabbey (Canyon)
Con los deberes hechos, nos plantamos a las puertas de la Ronde Van Vlaanderen. ¡Que nadie se las pierda! o se va a arrepentir…
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