Es un hecho.
Los Países Bajos se caracterizan por tener una cultura de la bicicleta muy arraigada entre sus habitantes. Es el punto de partida básico para entender la evolución del ciclismo femenino en este país.
Ciclismo de base
Un ejemplo muy claro es el de la corredora Chantal Van den Broek-Blaak, componente del equipo profesional SD Worx holandés. Ella empezó alquilando una bicicleta de niña. Le gustó, probó en competir y ganó su primera carrera. Luego pasó a la final del campeonato regional y también ganó. El premio fue un año de inscripción en el club regional de ciclismo.
Sus padres no tenían ninguna relación con el ciclismo, pero la Federación se encargó de su seguimiento profesional.
No es un caso aislado.
En los Países Bajos ,desde los 8 años, cualquier niñ@ que quiera puede competir cada fin de semana en carreras y critériums en muchos puntos del país. La inversión gubernamental en el sector bicicletas ha sido y sigue siendo muy elevada, y la Federación neerlandesa invierte también junto a fondos de la lotería nacional (Nederlandse Loterij) y la ayuda del Comité Olímpico holandés.
Al apoyo institucional público del país hay que añadirle la inversión de empresas privadas como Rabobank, Boels, Dolmans.
Y SD Worx, como equipo profesional más importante en el panorama internacional femenino.
Todos estos esfuerzos conjuntos tienen sentido y organización : en las distintas disciplinas del ciclismo en Países Bajos (pista, ruta, ciclocross, BTT) , se constituye una base sólida en categorías inferiores que hace despuntar talentos de forma continuada en el tiempo.
Desde el triple éxito olímpico de Leontien Van Moorsel, pasando por Marianne Vos, triple campeona mundial, hasta llegar a Anna Van der Breggen y Annemiek Van Vleuten. El éxito global como país en los últimos años se escenifica perfectamente en la lucha que hay para entrar en el combinado nacional cada vez que hay un campeonato internacional.
Como reconocen algunas de ellas, tienes que ser las mejores corredoras del mundo para entrar en la selección final. La feroz competencia hace subir de nivel al equipo.
No en vano, cuatro de las últimas cinco campeonas del mundo han sido neerlandesas.
La naranja mecánicamente perfecta
Alguien podría pensar que el éxito puede llegar a su fin, con Anne Van der Breggen ya retirada y Vos y Van Vleuten en sus últimos años como ciclistas.
Nada más lejos de la realidad: talentos consolidados como Ellen Van Dijk, Demi Vollering y Lorena Wiebes.
Jóvenes que ya son más que promesas como Lonneke Uneken o Shirin Van Anrooij.
Y todas las que vienen en futuras generaciones.
Es el engranaje perfecto. La naranja mecánica nunca se detiene.