Empezábamos este Giro d’Italia 2021 con los ojos puestos en Mikel Landa. Como buenos fans españoles y como amantes del ciclismo en general. 19 etapas después y con el Giro aún por decidir, nos encontramos un Damiano Caruso segundo en la general y siendo uno de los escaladores más solidos de la carrera. Del mismo modo, en la salida de Torino nadie pensaba que fuese el gran Giro de Peter Sagan, viendo del año que venía. Incluso aquí escribimos de su declive y su posible año aciago.
Pasadas las 19 jornadas y los 21 días, podemos decir que la cosa ha cambiado para ambos. Damiano Caruso, a sus 33 años, está viviendo prácticamente una segunda juventud. Sus mejores piernas, sus mejores sensaciones y el mejor puesto que jamás habría conseguido en una gran vuelta de terminar así. Siempre relegado a ser el lugarteniente de un gran capo, nunca había tenido su momento. Este Giro está demostrando que el sicialiano tiene cuerda para rato y que puede ser el líder de un equipo WorldTour en una grande.
Por su parte, el bueno de Peter Sagan ha demostrado que puede seguir dando mucha guerra entre los mejores. Ganador de una etapa al sprint y el más regular sin ninguna duda en todas las volatas. Además, este año ha conseguido hacer algo diferente; tener cabeza y ahorrar fuerzas para siguientes objetivos. Ahora mismo todo apunta a que conseguirá su primera ciclamino y terminará la primera parte del año con 3 victorias en el WorldTour. Además de todo esto, se convierte en el segundo más premiado del Giro en cuanto a recompensas económicas y suma bastantes puntos UCI. Algo muy importante para su nuevo contrato. El eslovaco sigue siendo muy muy rentable en el ciclismo.
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Imagen de portada de @chrisauldphoto
Miguel Álvarez Zamorano