Mikel Landa venía como uno de los segundos espadas más cotizados de este Tour de Francia 2020. Motivado por uno de los recorridos más montañosos de la historia moderna de la ronda francesa, Mikel parecía estar ante su gran oportunidad. Después de una convulsa primera semana con caídas y pérdida de casi minuto y medio debido a abanicos, Mikel recuperó tiempo y moral en la segunda. Ahora, de cara a la tercera, se muestra con confianza y optimista.
Estoy un poco cansado, hay estrés por las dos semanas de carrera, pero también es verdad que cada día estoy mejor. Todavía sigo viendo la posibilidad de alcanzar el podio. Por supuesto, pero será difícil porque hay varios corredores en un minuto. Difícil pero no imposible.
Además, tiene muy claro dónde se jugará este Tour y dónde tiene que poner todas las fichas de su apuesta: «Esta semana habrá que tratar de ser regular, será muy dura y esperan dos jornadas claves con el final en el Col de Loza y la crono del sábado».
Aunque la contrarelojes siempre ha sido uno de sus talones de Aquiles, en esta ocasión se muestra «con confianza por haber mejorado en los entrenamientos específicos», aunque tampoco niega que «lo mejor es coger tiempo en las etapas precedentes».
Mikel Landa no tuvo ningún problema en admitir que hay corredores más fuertes que él y un patrón en la carrera
El Jumbo tiene un bloque muy fuerte, pero son humanos y también pueden fallar, así como Roglic, quien pasó apuros en el Giro de 2019. Ahora tiene más experiencia para gestionar sus esfuerzos y se ve que está siendo regular
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Imagen extraída de: La Guía del Ciclismo.
Autor: Julián Fernández Ortiz (@jotadoce_)