Matieu van der Poel triunfa en Roubaix. (AP Foto/Christophe Ena)
Matieu van der Poel triunfa en Roubaix.(AP Foto/Christophe Ena)

La Paris- Roubaix es de esas carreras por las que no parece pasar el tiempo. Un monumento del ciclismo que año tras año nos ofrece algunas de las mejores imágenes de la temporada. Los pinchazos, las caídas o la climatología adversa son factores que condicionan una carrera en la que sobresalen los tramos de pavés y su icónica llegada al velódromo de Roubaix. Donde rostros y cuerpos ennegrecidos por el polvo, el barro y la lluvia alcanzan la línea de meta tras haber superado un infierno. El Infierno del Norte.

Mathieu van der Poel ha logrado su segundo triunfo consecutivo en la París-Roubaix. El ciclista neerlandés ha realizado una portentosa actuación que le ha valido para alzar los brazos en solitario. Culminando una escapada a más de cincuenta kilómetros de meta y ataviado con su maillot arco iris de campeón del mundo.

Una carrera como Roubaix, tradicionalmente impredecible y difícil de controlar, ha tenido por segundo año consecutivo un desarrollo similar. El equipo Alpecin Deceuninck hizo la carrera exigente desde los primeros kilómetros. El potente conjunto belga, liderado por Van der Poel, y acompañado de ciclistas como Jasper Philipsen o Gianni Vermeersch, dominaron la carrera e hicieron que las oportunidades de fuga no prosperaran. Rodando durante toda la jornada a una velocidad media superior a los 45 kilómetros por hora.

Con la llegada al Bosque de Arenberg el grupo principal fue perdiendo unidades. Mathieu van der Poel dio un primer aviso, e imprimió un alto ritmo en el pedregoso pavés.

 A la salida de Arenberg, Stefan Kung, combativo como siempre, pero con pocas opciones al triunfo final, o Nils Politt, se dejaron ver e intentaron hacer movimientos para irse hacia delante. Sin embargo, siempre había algún ciclista del Alpecin secando cualquier tentativa de ataque. Cuando no era Van der Poel, era Gianni Vermeersch o Jasper Philipsen.

A más de cincuenta kilómetros de meta Van der Poel lanzó el ataque decisivo. Mads Pedersen, correoso y luchador, intentó agarrarse a su rueda, pero sin la capacidad de seguir la estela del mejor Van der Poel. El danés claudicó ante la superioridad del neerlandés.

Van der Poel inició una travesía en solitario en la que amplió incansablemente su ventaja con el grupo perseguidor. Con una destreza envidiable, el ciclista del Alpecín, apuraba al máximo la trazada de los estrechos caminos adoquinados. Conseguía deslizar su bicicleta con una facilidad extraordinaria, haciendo parecer al pedregoso y salvaje pavés una suave y fina tarima.

Clasificación de la París-Roubaix 2024. Fuente:ASO

Clasificación de la París-Roubaix 2024. Fuente:ASO

Mathieu van der Poel vuelve a inscribir su nombre en el velódromo de  Roubaix tras una actuación memorable. En segundo lugar, llegó su compañero Jasper Philipsen, que superó en el sprint a Mads Pedersen, ambos llegaron a tres minutos del prodigio neerlandés.

El conjunto Alpecin- Deceuninck ha comenzado la temporada de clásicas llevándose todos los monumentos. Jasper Philipsen ( Milán-San Remo) y Mathieu van der Poel ( Tour de Flandes y París-Roubaix. El equipo belga ha eclipsado al Quick-Step, gran dominador de las clásicas en la última década.

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