Después de más de 30 años regresa una de las competiciones más bizarras. Se disputará en el clásico formato de contrarreloj por parejas y tendrá versión femenina.

Fausto Coppi y Riccardo Filippi, ganadores en 1953, 1954 y 1955, Bérgamo Alta al fondo.

Si observamos el calendario italiano para 2023 veremos que incluye una grata sorpresa a final de temporada: el Trofeo Baracchi. Una competición antaño celebrada, diferente a todas las demás, una prueba para nostálgicos y románticos del ciclismo que un día fue. 

La mítica contrarreloj por parejas se disputará el 1 de octubre entre Bergamo y Brescia, dos ciudades que el año próximo serán Capitales de la Cultura. El proyecto es de Bebbe Manenti, histórico organizador de la Gran Fondo Felice Gimondi, junto a Gianluigi Stanga, presidente de la UC Bergamasca, y Mario Morotti, uno de los antiguos colaboradores. Contará con el soporte técnico del GS Alto Garda e incluirá por primera vez la versión femenina.

La información facilitada hasta el momento desde diversos medios no especifica las condiciones en las que se desarrollará pero deberá adaptarse a una normativa de la UCI cada vez más exigente. Por ahora se desconocen tanto el perfil como la distancia exacta sobre la que se disputará y detalles a cerca de la formación de las parejas.

Eddy Merckx y Roger De Vlaemink en 1974. Quedaron terceros.

Fue ideada en 1941 por el comerciante bergamasco Mino Baracchi en honor a su padre Angelo, gran aficionado al ciclismo. En sus primeros años fue una simple contrarreloj individual por los alredores de Bergamo que se disputaba en verano.

A partir de 1949 evolucionó a una contrarreloj por parejas, no necesariamente del mismo equipo o país, de aproximadamente 100 kilómetros que cerraba la temporada. A menudo terminaba en el velódromo de Dalmine en Bergamo pero también lo hizo en el célebre Vigorelli de Milan. Pasó a celebrarse el 4 de noviembre, festivo en Italia y día de la Unidad Nacional, pero los participantes no solían llegar en su mejor momento de forma y poco a poco fue adelantandose en el calendario, llegando a disputarse a mediados de septiembre a finales de los años 80.

Francesco Moser y Giuseppe Saronni, vencedores en 1979.

Era una carrera prestigiosa por su categoría (al nivel de la Gante-Wevelgem o la Flecha Valona) y golosa en cuanto a los premios, lo que no evitaba que la organización encontrara dificultades en la composición de las parejas.

Francesco Moser obtuvo el máximo número de victorias, cinco triunfos con cinco compañeros distintos: Schuiten, Baronchelli, Saronni, Hinault y Ørsted. Coppi venció en cuatro ocasiones y Anquetil en tres, siendo seis veces segundo. El único español que logró la victoria fue Luis Ocaña en compañía del danés Mortensen, cuando en 1971 se impusieron a los hermanos Pettersson. Permitió reunir parejas fantásticas e imposibles, como Merckx y De Vlaeminck, Coppi y Baldini, Bugno y Kelly e incluso rivales acérrimos como Moser y Saronni.

La última edición fue una fusión con el Gran Premio de las Naciones, una contrarreloj individual que formó parte de la Copa del Mundo. Aquel 26 de octubre de 1991, con Tony Rominger como último vencedor, la prueba desaparecería del radar ciclista hasta nuestros días. La grande storia riparte.

https://youtu.be/1LZzgUO4F_M

Logotipo histórico del Trofeo Baracchi

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