Philippe Gilbert, el gran clasicómano del siglo XXI, cuelga la bicicleta al final de esta temporada. El belga, ganador de cuatro de los cinco monumentos –solo se le resistió la Milán San Remo estuvo a punto de igualar a sus compatriotas Merckx, De Vlaeminck y Van Looy como los únicos ciclistas que han conseguido ganar los cinco «monumentos». 
El de Valonia será siempre recordado por su capacidad rodadora y su explosividad en repechos y cotas, lo que le ha permitido amasar un palmarés solamente al alcance de los elegidos. Sus 80 victorias en el World Tour hablan por sí solas. Entre las más especiales está el Mundial de Ruta de 2012 conquistado en Valkenburg, en el corazón de las Ardenas, donde un ataque en el Cauberg (un muro de 1,2 kilómetros con rampas de hasta el 12%), a algo más de dos kilómetros para el final, le permitió enfundarse el maillot arcoíris.

Philippe Gilbert atacando en el Cauberg durante el Mundial de 2012

La búsqueda de un ‘sueño loco’

Solo «La Classicissima» escapó de sus garras, y eso que estuvo cerca con sendos terceros puestos en las ediciones de 2008 y 2011. En su época de finisher, cuando dinamitaba a sus rivales en los repechos, logró sus dos triunfos en el Giro de Lombardía (2009 y 2010) y en la Lieja-Bastoña-Lieja (2011). Con el paso de los años se fue consolidando como un corredor para todos los terrenos. Sus conquistas en los dos monumentos del pavés, el Tour de Flandes (2017) –para el recuerdo queda esa 101ª edición de Flandes donde el valón atacó sin calcular, a la antigua, en el Viejo Kwaremont, a 55 kilómetros de la meta– y la París-Roubaix (2019) le dejaban a las puertas del trío belga de los cinco “monumentos”.

Ese ‘sueño loco’ ya no se cumplirá. Con 40 años las piernas ya no responden como antes. Pero las vitrinas de Gilbert están suficientemente llenas como para hacer olvidar a la carrera que une Lombardía con San Remo. La mejor receta son esas cuatro Amstel Gold Race, dos París Tours y otras clásicas como la Strade Bianche, la Flecha Valona, la Clásica de San Sebastián, sin olvidar sus once victorias en grandes vueltas por etapas (tres en el Giro, una en el Tour y siete en la Vuelta). 

Su palmarés le sitúa como uno de los más grandes clasicómanos de siempre. Incluso los que fueron sus rivales se rinden ante su trayectoria. Óscar Freire, historia del ciclismo español, llegó a decir que la mejor versión de Gilbert les hacía parecer juveniles al resto

«Me hace mucha ilusión compartir la noticia: me retiraré oficialmente el 15 de octubre en el Cauberg, el lugar donde obtuve mi mayor victoria. ¡Espero veros allí!»

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