Dicen que las bicicletas son para el verano. Y, aunque el periodo estival sea momento de grandes carreras como el Tour de Francia o la Vuelta a España, el cicloturismo y la pasión por este deporte se puede vivir durante todo el año. Un claro ejemplo de ello es Bélgica. Desde enero a diciembre, la bicicleta está presente en la vida de todos y cada uno de sus habitantes. Pero si hay una región que domina el uso y promoción de la bicicleta esa es, sin duda, la región flamenca, Flandes. Por eso y por mucho más, me embarqué en el mes de julio hacia una nueva aventura ciclista por las carreteras y tramos adoquinados del país belga donde tantos y tantas ciclistas forjaron su leyenda. Porque Flandes es destino ciclista.

Flandes, el hogar de la bicicleta

Llegué a Bélgica a comienzos de julio y desde el primer momento pensé en que estaba en el país correcto para el desarrollo del ciclismo. La figura del ciclista es respetada en cualquier lugar, predominando ante el angustioso tráfico que podemos observar en carreteras y ciudades españolas. Pero allí no. En Gante, ciudad donde tuve la oportunidad de alojarme, la bicicleta forma un elemento más del mobiliario urbano y de la sociedad, donde la gran mayoría de la población utiliza este medio de transporte para todo y así lo refuerzan desde las instituciones.

Para mí, viajar con bicicleta a otros países es un tanto incómodo. Por ello, decidí contactar con Flandrien Hotel, un negocio situado muy cerca del recorrido del Tour de Flandes donde alquilan bicicletas de carretera y te ofrecen un servicio inigualable. En mi caso, elegí una Cannondale CAAD 12 por las prestaciones que me ofrecía y, tras enfundarme maillot, culotte y casco, me dispuse a recorrer Flandes en Bicicleta.

Para encontrar los grandes puntos llenos de mito y leyenda en Flandes, simplemente tuve que indagar en Strava. Allí, descubrí el Flandrien Challenge, un reto en el que te invitan a surcar 59 cotas de la región Flamenca. Para ello, tienes únicamente 72 horas, es decir, 3 días. Si lo consigues, te conviertes en un verdadero flandrien y tendrás tu espacio para el recuerdo en el Centrum Ronde Van Vlaanderen, un espacio único del que hablaremos posteriormente. De esta manera, podrás afrontar muros tan icónicos como el Kapelmuur, el Oude Kwaremont o el temido Paterberg, una subida que para mí ha sido, con diferencia, la más difícil por sus características.

Turismo ciclista al alcance de tu mano

Aunque con la bicicleta se puede hacer turismo llegando a parajes únicos, hay momentos del día para el descanso o para conocer lugares recorriéndolos a pie. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Centrum Ronde Van Vlaanderen: Un museo dedicado al ciclismo en general y a la prestigiosa clásica ciclista del Tour de Flandes. En 2023 celebran su 20 aniversario y entre sus vitrinas se encuentran verdaderas joyas de la historia de uno de los cinco monumentos.
  • KOERS- Museo de la bicicleta: Ofrece una panorámica de la evolución histórica del ciclismo en todas sus facetas. La colección principal consiste en la colección de bicicletas, donde hay algunas auténticas reliquias.
  • Museo ciclista de Gistelse Flandriens: una exposición sobre Sylveer Maes y Johan Museeuw, que cuenta sus hazañas en las carreteras y muros adoquinados.
  • Ronde Van Vlaanderenstraat: Allá donde finaliza el Oude Kwaremont se encuentra esta calle, donde podrás encontrar una exposición al aire libre sobre De Ronde.

Gastronomía y ciclismo van de la mano en Flandes

Si hay un elemento que la gran mayoría del ciclista es el café. Esto, unido a uno de los emblemas belgas, la cerveza, hacen que el ciclismo y la gastronomía se den la mano. Son muchos los establecimientos cafeteros destinados al disfrute de los ciclistas en alguna de sus largas marchas. Algunos de ellos son, por ejemplo, el Bar Bidon, en Gante; el Fietsbar, en Hasselt o el Peloton Cafe, situado en las instalaciones del museo del Tour de Flandes. Junto al café, son varias las cervezas que han decidido hacer un guiño a uno de los deportes más practicados en Bélgica. Mis dos favoritas han sido Kwaremont y De Bie Velo, aunque son varias las marcas que han apostado por el deporte de las dos ruedas.

Una estancia única en el país de la bicicleta

Tras mi corta estancia en la región flamenca, tengo que decir que, si está en tu mano visitar y recorrer Flandes en bicicleta, no lo dudes. No te lo pienses dos veces. Rodar y entrenar por las carreteras y los muros adoquinados es una experiencia única que siempre va a quedar en tu recuerdo. Si a ello le sumas la existencia de lugares tan especiales como los que te he contado previamente, no querrás irte de allí. Porque en Bélgica el ciclismo es mucho más que un deporte. En Bélgica el ciclismo es una pasión y una manera de vivir.

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