Primera etapa con final en alto en el Tour de France 2020. Una cita que no puede perderse ningún escalador y, más importante, en cabeza. El balance de los nuestros no es nada malo. Es cierto que podría ser mejor, pero podemos decir que ha sido positivo en general.
Alejandro Valvede. Entraba 21ª a 21″ del vencedor Primoz Roglic y se mostraba así de satisfecho.
“Estamos al inicio del Tour y todo el mundo está con muchísimas fuerzas. Hay equipos que están muy bien y ponen un ritmo muy fuerte que hace imposible atacar; si te mueves, vas a volver a irte para atrás otra vez. Pienso que hemos estado ahí bien, lo más cerca posible, con Enric cediendo esos nueve segunditos de nada y yo también cerca, a 20; la sensación que queda es que esto va poquito a poco a mejor. Ya vamos notando mejores sensaciones; la gente tiene que ser consciente que el Tour es muy largo. Ya vimos un Dauphiné muy extraño, con un último día de grandes cambios y grandes sorpresas, y aquí en el Tour puede suceder más de lo mismo”
Su compañero en el Movistar Team, quedaba un poco por delante perdiendo tan solo 9″ con el ganador y el grupo del líder. Entraba a meta con otro outsider, Emanuel Buchmann. No obstante, se mostraba algo frustrado ya que creía tener piernas para entrar delante.
Por último, y la mejor noticia para los españoles, Mikel Landa entraba 9º con el mismo tiempo de Roglic y el líder de la carrera. Buen día para el de Murgia en este Tour de France.
«Para la primera llegada en alto siempre existen algunas dudas, nervios y ganas. Se ascendió a un ritmo muy elevado, realmente el Jumbo no dio margen para hacer mucho. En mi caso, me encuentro satisfecho por terminar arriba en un final explosivo, y después de la caída del primer día»
«Voy muchísimo mejor de las costillas. Tras el susto inicial cada vez respiro mejor y me molestan menos«
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Fotografía extraída de Marca.
Autor: Julián Fernández Ortiz (@jotadoce_)
Miguel Álvarez Zamorano