Hace ya dos años de la tremenda caída de Chris Froome previa al Tour 2019. Una caída esperpéntica que no le permitiría correr la ronda francesa y que, además, trastocaría toda su carrera. El que podía ser el año de su quinto Tour, acabaría siendo el año de su mayor pesadilla. Caída gravísima, adiós prácticamente a todo el año y el siguiente y grandes dificultades para seguir en Ineos.
Así pasó el año 2020 prácticamente en blando. Recuperación e intento de ganar algún ritmo de carrera. Ningún resultado, ninguna posibilidad de luchar por ninguna carrera y un adiós un tanto amargo del Ineos. La que había sido su casa durante tanto tiempo. Tres el año de recuperación el adiós de la escuadra británica, la incertidumbre era total y la sensación de fin de su carrera prácticamente natural. En esta situación, el keniata de origen encontró un resquicio de luz, una esperanza. El Isreal Cycling le dio un contrato por todo lo alto y la mayor de las confianzas. Toda la confianza posible para ir a por el quinto Tour nuevamente.
Llegamos a este 2021 lleno de ilusión y ganas. Tras un año y medio de intento de recuperación, el coger la forma aún parecía bastante difícil. Cuatro carreras lleva este año. Cuatro carreras por etapas típicas en su calendario y que deberían ser muy adaptas a sus características. Resultados muy muy lejos de parecer esperanzadores y incluso suficientes. UAE Tour, Volta a Catalunya, Tour of the Alps y Tour de Romandia. Su mejor resultado en una etapa ha sido el 22º y su mejor puesto en la general el 47º. Ambas en la primera carrera: El UAE Tour.
Viendo esta realidad, todo el pelotón se ha hecho una pregunta: ¿Estamos ante el final de la carrera de Chris Froome? ¿Podrá volver a ser lo que fue? Él lo tiene muy muy claro. Solo necesita tiempo, la recuperación es lenta y tanto él como el equipo lo saben. Están dando los buenos pasos, y tras la concentración en altura que está ahora, debería ir todo a mejor. En la entrevista a nuestros compañeros de RTVE lo dejó muy claro: se ve a largo plazo en el pelotón y volviendo a su mejor nivel. Así, escuchando a su propio entorno y él mismo, no deberíamos tener ninguna duda de su vuelta al primer nivel del ciclismo. Ahora solo falta ver que los resultados y las carreras confirmen sus sensaciones y sus intenciones. Lo seguiremos de cerca.