Todo el mundo conoce al Mikel Landa de los micrófonos y las declaraciones no muy acertadas. Todos sabemos del bocachanclismo del vasco, al menos esa es mi opinión. No obstante, también tenemos que admitir que es un gran ciclista, un deportista con mucho carisma y un escalador aguerrido como pocos quedan. Esta Tirreno-Adriatico, después de su buena actuación en la Ruta del Sol, ha sido una confirmación de que se han hecho bien los deberes en la pretemporada. Con los mejores en los puertos duros y en el podio final de la carrera de los dos mares. Los deberes hechos en el primer envite de la temporada.
El propio Mikel hacia una lectura muy positiva de la carrera al término de la penúltima etapa en la localidad de Carpegna.
Lo intenté y estoy encantado con el resultado de esta etapa y con subir al podio de la general también. No fue fácil para mí porque hoy hacía mucho frío. Atacamos en la primera subida porque sabíamos que si antes empezábamos más dura la carrera. Pogacar está muy fuerte y, cuando acelera, está fuera de este mundo. La temporada pasada no la acabé de la mejor manera y empezar así este nuevo año es algo que me da mucha confianza
[…] el contrario, la intención del español es vencer en al menos una etapa de la carrera. «Creo que me planteo pelear por alguna», […]