Tras el anuncio hace unas semanas de Sagan, otro que dice adiós a final de temporada es el australiano Rohan Dennis (1990, Adelaida). Dennis que ha comenzado el año de la mejor manera posible, ganando la segunda etapa del Tour Down Under, comunicó la noticia el pasado 10 de febrero en su perfil de Instagram:
«Gracias @melissamdennis por apoyarme a lo largo de toda mi carrera profesional, mientras criamos a los dos mejores hijos que podría haber tenido. Ciclismo, me has dado mucho y te estaré eternamente agradecido. Todavía queda una larga temporada por delante, sin embargo, definitivamente será la última como profesional”.
Independientemente de lo que suceda esta última temporada, el aussie se ha ganado el honor de ser considerado uno de los mejores contrarrelojistas de lo que llevamos de siglo. Pero Rohan ha demostrado ser mucho más que un especialista contra el crono. De hecho, hizo una tentativa, siguiendo el ejemplo de Brad Wiggins, por intentar luchar por las carreras de tres semanas, pero finalmente abandonó el proyecto.
Rosa, amarillo, rojo y arcoíris
Su labor como gregario ha sido vital para que sus líderes de filas lograsen grandes objetivos. Para el recuerdo queda su desempeño como escudero de Tao Geoghegan Hart en el Giro de Italia 2020. Los aficionados con mejor memoria recordarán su espectacular ascensión al Stelvio, en la que dinamitó la carrera y acabó con el sueño del entonces líder Joao Almeida, dejándole en bandeja el triunfo a su jefe de filas en el Ineos. En esa edición del Giro, el australiano no ganó la maglia rosa, tampoco se llevó ninguna etapa, pero sí consiguió el reconocimiento unánime de la sociedad ciclista.
A pesar de su rol de gregario de lujo, el australiano ha logrado 32 victorias como profesional, incluyendo dos títulos mundiales contrarreloj, en Innsbruck (2018) y Yorkshire (2019), cuatro victorias de etapa en Grandes Vueltas –dos en la Vuelta, y una en Tour y Giro–, todas ellas en contrarrelojes individuales. Ha portado el maillot de líder en las tres grandes vueltas por etapas (siendo el séptimo australiano en enfundarse le maillot jeune) y, casualidades de la vida, en la ciudad neerlandesa de Utrecht, Dennis ha vivido dos de sus grandes éxitos. En 2015 se impuso en el prólogo inicial del Tour de Francia y, durante la pasada edición de la Vuelta a España, el australiano fue clave para que el Jumbo-Visma marcase el mejor tiempo en la contrarreloj por equipos que inauguraba la 77ª edición de la ronda española.
En su palmarés también encontramos victorias en la Tirreno-Adriático (2) y la Vuelta a Suiza (3), y las generales del Tour Down Under y el USA Pro Challenge, entre otros éxitos. Además, ha conquistado cuatro títulos nacionales contrarreloj, una medalla de bronce en la misma disciplina en Tokio y una de plata en ciclismo de pista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (en la disciplina de persecución por equipos), y también ostentó el récord de la hora con una marca de 52,491 km, logrado el 8 de febrero de 2015, hasta que unos meses más tarde se lo arrebató Alex Dowsett.
Un carácter rebelde
Tras 14 temporadas en la élite, sus últimos bailes los afrontará con los colores del Jumbo-Visma, equipo al que pertenece desde 2021. Por el camino quedan sus años en el Radobank, BMC, Bahrain o Ineos entre otros. También la polémica, porque de eso ha habido bastante en su ajetreada carrera. Rohan en momentos puntuales ha tenido, lo que Tejay van Garderen –excompañero en el BMC– definió como «mal genio». Su etapa en el Bahrain acabó de la peor manera posible. Por circunstancias que a día de hoy no se han esclarecido, Dennis abandonó en la 13ª etapa del Tour de 2019, dejando tirados a compañeros y staff técnico. El Ineos también recibió una muestra de su carácter. Cuando el australiano cambió la escuadra de Brailsford por el equipo neerlandés del Jumbo, dijo que a partir de entonces correría en un verdadero equipo campeón. A Rohan Dennis siempre le ha gustado hablar encima de la bicicleta, pero también fuera de ella.
Independiente de su forma de ser –muchos compañeros han hablado muy bien de él, como por ejemplo su compatriota Richie Porte–, lo que es incuestionable es su talento para rodar más rápido que los demás. Aún no se sabe qué Gran Vuelta (Giro o Tour) correrá en el año de su adiós; lo que está claro es que su último gran objetivo como profesional será el Mundial de contrarreloj que se celebra en Glasgow (Escocia) a principios de agosto. A esos dos maillot arcoirís se le podría sumar un tercero, lo que supondría el broche final a una carrera muy digna, que podría haber sido aún mejor si no hubiese estado envuelto en tantas polémicas. Pero posiblemente sin esa rebeldía no se habría convertido en un atleta brillante, ni tampoco tendríamos a nadie llamado Rohan Dennis que echar de menos.