No te fíes del número de victorias que atesora Romain Bardet.
Fijarse en él, es no dejarse llevar por las victorias que atesora.
Forma parte del selecto elenco de ciclistas que, siendo muy buenos, de talento indiscutible y gran profesionalidad, les cuesta rematar en las carreras.
Y es que del total de ciclistas profesionales que hay en un pelotón, son solo unos pocos privilegiados los que alzan los brazos.
La trayectoria del escalador oriundo de Brioude ha estado marcada por su huella dejada en la estructura AG2R La Mondiale (actualmente AG2R-Citroën Team).
Vincent Lavenu lo reclutó para el Chambéry CF allá en 2010, y tras realizar prometedoras actuaciones en categoría amateur (incluyendo una victoria de etapa en el Tour de l’Avenir), pasó a profesionales en el año 2012.
En su primeros años de pro siguió demostrando que tenía la calidad suficiente para ser un magnífico ciclista, debutando en el Tour de France en el año 2013, consiguiendo una meritoria 15ª posición final.
Ya había ganado carreras importantes dentro de la Coupe du France (GC en el Tour de l’Ain o la Drôme Classic), pero fue en el Tour de aquel año donde empezó a forjarse un nombre dentro del pelotón, acabando sexto y rozando el maillot blanco de mejor joven que acabó ganando Thibaut Pinot.
Progresivamente fue mejorando registros: en 2015 ya consiguió ganar en el Tour resolviendo una fuga “volando” en el descenso del Glandon. Repitió triunfo de etapa en 2016 y 2017, pero no se quedó ahí: subió al podio de los Elísios en sendas ediciones de la carrera.
Rubricó su gran actuación en el Mundial 2018, consiguiedo una brillante plata en Innsbruck, solamente por detrás del gran Bala.
Si eres aficionado al ciclismo, es fácil pensar que un corredor francés, compitiendo en un equipo galo, tenga como gran objetivo ganar La Grande Boucle algún día. Puede ser hasta poético.
Pero existe una palabra que genera amor y odio a partes iguales: la presión.
Y si te llamas Romain Bardet, no la puedes esquivar.
El ciclismo francés lleva esperando un sucesor de Bernard Hinault como campeón del Tour desde hace casi 37 años, una eternidad.
Bardet ha tenido que lidiar con esa carga, como muchos otros antes: la de quedarse a las puertas, de escuchar o leer que quizás no es suficientemente bueno para ganarlo.
Hasta que en 2019 el globo “explota”: en la ascensión a la Planche des Belles Filles se da cuenta que la cabeza no va, y por consiguiente las piernas tampoco. Acaba 15º el Tour, y aún ganando el premio al mejor grimpeur, acaba la carrera anímicamente tocado.
Hasta el punto de no volver a competir después del Tour aquel año.
Muchos pensaban que cambiaría de aires en 2020, creían (me incluyo) que necesitaba una especie de regeneración.
Finalmente ,en 2021, fichó por el Team DSM.
Energías renovadas, poniendo distancia al Tour y a todo lo que conlleva. Disfrutando del Giro d’Italia (séptimo en la general final), ejerciendo de mentor de jóvenes talentos como Thymen Arensman, cambiando su rol y ampliando horizontes.
Además, saborea las mieles de la victoria tras casi 3 años en blanco. Levanta las manos en Burgos y repite en la Vuelta, rematando una fuga.
Mucha clase. Se tiene o no se tiene.
Este año 2022 lo ha empezado muy entonado, venciendo la GC del Tour de los Alpes, tras un emocionante duelo con Pello Bilbao.
Tiene previsto disputar el Giro, para luego volver al Tour.
Pero siendo otro corredor. Uno mucho más experimentado y libre de presiones. Le ha ganado la batalla al Tour sin necesidad de vencerlo.
Fijarse en Romain Bardet, es, en definitiva, fijarse en un ciclista valiente que no se conforma y abraza nuevos desafíos.
Aplauso y agradecimiento.
Courage Monsieur Bardet!
[…] salieron los grandes favoritos a la carrera. Parece que los más fuertes son Carapaz, Bardet y Landa cuando esto se pone para arriba, pero Almeida y Hindley demostraron saber sufrir muy bien […]
[…] de la continuidad de los grandes competidores del DSM, se confirma el futuro de Romain Bardet. El francés de 31 años renueva su contrato para seguir en la escuadra. Aunque esta información circuló […]