Van der Poel se corona en el Velódromo de Roubaix

El ciclista del Alpecin, Mathieu Van der Poel, se corona en el Velódromo de Roubaix. El neerlandés fue el más fuerte de la carrera y suma cuatro monumentos en su palmarés.

La 120º edición de la París Roubaix resultó dar un enorme espectáculo. Durante las dos primeras horas de carrera los ciclistas rodaron a una velocidad media de 50 km/h gracias también al viento a favor. Este factor y el alto nivel competitivo fueron claves en la formación de la fuga.

LA MALA FORTUNA DE SAGAN

Las caídas comenzaron a ser protagonistas por la alta tensión que existía en el pelotón. En una de ellas, Peter Sagan se fue al suelo. El ciclista eslovaco se retiraba y se quedaba sin la oportunidad de repetir triunfo tal y como sucedió en el año 2018. Una dura despedida para un campeón del mundo que ya ha anunciado que se retira esta temporada para correr en MTB.

Jumbo buscaba su papel de protagonista y a falta de 100 km movía la carrera. Van Aert y Laporte arrancaban y agitaban el avispero donde solo se iban a mover los que realmente tenían piernas para seguir el ritmo de ambos.

Van Aert que afirmaba llegar con molestias físicas era el primero en ponerse en cabeza, adelantando a los que en ese preciso instante marchaban por delante. Sin embargo, Mathieu Van der Poel respondía al ataque del corredor belga y formaban un grupo compuesto por Jonas Koch (Bora-Hansgrohe), Sjoerd Bax (UAE Team Emirates), Juri Hollman (Movistar Team), John Degenkolb (Team DSM), Mathieu Van der Poel (Alpecin-Deceuninck), Wout Van Aert (Jumbo-Visma), Stefan Küng (Groupama-FDJ) y Mads Pedersen (Trek-Segafredo).

Laporte acaba cayéndose de la cabeza de carrera por un pinchazo que le obligó a despedirse del grupo cabecero, un detalle que provocó que Van Aert se quedara solo en el grupo de cabeza y tuviera que cambiar por completo su estrategia. Por el otro lado, Alpecin contaba con Van der Poel y Philipsen para conseguir la victoria.

Van der Poel arrancó a falta de 50 km, pero Van Aert iba soldado a la rueda del corredor neerlandés. El de Alpecin tenía piernas y quería conseguir la victoria. El grupo se vio reducido a 7 corredores: Küng, Van Aert, Van der Poel, Philipsen, Ganna, Pedersen y Degenkolb.

EL CARREFOUR DECISIVO

Los siete entraron juntos al tramo decisivo, el Carrefour de l’Arbre. Philpsen cambió de ritmo y Van der Poel a su rueda buscaba un espacio para adelantarlo con la mala suerte de que acabó tirando a Degenkolb. El alemán se iba al suelo en el peor momento de la carrera, un incidente que el propio corredor y el equipo DSM calificaban como lance de carrera.

Van der Poel lo probaba a falta de 15 km de meta y soltaba a Van Aert en el momento que el belga sufría un pinchazo, demasiado mala suerte la que sufría el equipo Jumbo Visma durante toda la carrera, ya que veía como se despedían de la opción de la victoria por dos pinchazos, uno en Laporte y otro en Wout.

El podio lo completaron Philipsen y Van Aert, significando un doblete histórico para el equipo belga Alpecin-Deceuninck.

Van der Poel se marchaba solo hasta el velódromo de Roubaix y conseguía su cuarto monumento, tres distintos (Flandes en dos ocasiones), al neerlandés únicamente le falta Lieja y Lombardía.