Papá van der Poel conquista la Milano Sanremo

Preciosa estampa la del cuarteto compuesto por Tadej Pogačar abriendo las hostilidades en el Poggio, Wout van Aert, Filippo Ganna y papá Mathieu van der Poel destrozando al pelotón al son de los vatios, con el viento a favor para que todo fuera increíblemente rápido, en una poesía en movimiento, para el deleite de todos los aficionados que contemplaron el pasado sábado el primer Monumento de este 2023, que promete y cumple a las mil maravillas con el espectáculo.

Después de varias horas y muchos kilómetros, el verdadero show empezó en la mítica cota. La candela se desató en esos 3,7 km. al 3,7% de pendiente media. Si, en el Poggio, papá van der Poel nos dejó boquiabiertos con su contraataque, un asombroso despliegue de fuerza y autoridad ante su colega y archienemigo deportivo van Aert, un inmeso Ganna y el hasta ese momento imbatido Tadej Pogačar, reciente campeón en Jaén, Andalucía y Paris – Niza… ¡Casi nada!

El Poggio volvió a ser decisivo

Como no, fue el extraterrestre Pogačar quien tomó la iniciativa, dando inicio a 15 minutos de pura adrenalina. Poderoso ataque de ese joven y loco esloveno, algo que ya le hemos visto hacer varias veces en estas primeras semanas de la temporada. La respuesta sólo podía ser ofrecida por estos otros extraordinarios ciclistas.

Quiero hacer mención a ‘Pippo‘. Pudimos presenciar el magnífico estado de forma de Filippo Ganna. Verle en esta faceta de cazador de clásicas es admirable, increíble que se haya codeado en este cuarteto. El ciclista piamontés parecía incluso el más preparado, el más rápido y el más fresco a la hora de responder a Pogačar, mientras que Wout van Aert y la bestia Mathieu van der Poel aguardaban una fracción de segundo más para seguir la rueda del bicampeón del Tour de Francia.

La bestia van der Poel impuso su ley

A unos cientos de metros de la cima del Poggio, cuando parecía que los cuatro podían encarar juntos el famoso descenso hacia Via Roma, papá van der Poel contraatacó como un resorte. En el momento en que ganó entre 15 y 20 metros a sus rivales, quedó inmediatamente claro que ya no podía ser alcanzado.

El neerlandés rozó cada curva del descenso, demostrándonos sus habilidades como bajador, se presentó ante el extasiado público de Via Roma con los brazos en alto. Por detrás, Filippo Ganna volvió a demostrar que tenía aún más dinamita en las piernas de lo habitual y se hizo con el segundo puesto por delante de Wout van Aert y Tadej Pogačar.

Fue un choque de estrellas, una colisión de astros y sólo podía salir una gran explosión. Papá van der Poel se alza con su tercer Monumento ciclista, 2 Tour de Flandes, en el ’20 y ’22, y esta Milano – Sanremo ’23. Increíble #MVDP.