Lo mejor que nos ha dejado la tercera semana del Giro ha sido la victoria de Hindley. El australiano tenía una cuenta pendiente con la carrera y ha aprovechado para vengarse de INEOS. Eso sí, los favoritos no han mostrado sus cartas hasta la 20ª etapa, con final en la Marmolada. La vigilancia ha llegado a aburrir al espectador, pero por suerte, los valientes que se aventuran en las fugas han entretenido a todos los que han seguido el Giro desde el sofá de su casa.
La fuga pone en evidencia a los velocistas
En la 18ª etapa tenían los velocistas su última oportunidad. Pero, ingenuos los equipos de los hombres rápidos, se formó una fuga en la que figuraban los nombres de Dries de Bondt (Alpecin), Affini (Jumbo–Visma), Magnus Cort (EF) y Gabburo (Bardiani). 4 buenos rodadores que cruzaron la línea de meta en ese mismo orden.
En el pelotón, se formó un corte que perdió 2 minutos en la línea de meta. En ese corte estaba Juanpe (Trek), maglia bianca tras el abandono de Almeida (UAE) por covid antes de tomar la salida de la misma etapa.
Una montaña descafeinada para el Giro
Sí, descafeinada. Pero no por el recorrido, que contaba con 4 grandes etapas de montaña en la última semana, sino por la actitud de los favoritos.
La primera jornada montañosa de la semana iba a ser la 16ª etapa, entre Salò y Aprica. Se formó una fuga de mucha calidad que levantó las emociones del aficionado español al ver el nombre de Alejandro Valverde (Movistar) entre los osados que desafiaban al pelotón. Y «el Bala» aguantó en la fuga hasta el Valico di Santa Cristina. Kämna (Bora), Hirt (Intermarché) y Arensman (DSM) dejaron al murciano sin opciones, y éste se dejó cazar por los favoritos. Kämna también se dejó caer al grupo para ayudar a su líder, Hindley. Y Hirt se quitó de encima a Arensman de un hachazo en el mismo puerto. El checo se llevó la etapa por delante de Arensman y un Hinldey que se llevó el sprint de los favoritos para recortar unos segundos al entonces líder, Carapaz (INEOS). Landa (Bahrain) pudo aprovecharse de Valverde (5º) para no perder segundos con sus dos grandes rivales. El perjudicado fue Almeida, aunque poco importaría tras anunciar su abandono dos días después.
En la 17ª etapa, entre Ponte di Legno y Lavarone, Buitrago (Bahrain) pudo quitarse el mal sabor de boca. El colombiano fue 2º en Cogne, donde lloró a mares por no lograr la etapa. Pero en Lavarone encontró una segunda oportunidad y se impuso ante Leemreize (Jumbo) y Hirt. Entre los 3 grandes favoritos el único objetivo era eliminar al 4º en discordia, Almeida, que también perdió tiempo, pero sin mayor importancia para el desenlace de la carrera. Landa sí que salió perjudicado de Lavarone, ya que Hindley y Carapaz le metieron 6 segundos.
El pelotón aterrizaba en otra montañosa etapa (19ª) entre Marano Lagunare y el Santuario di Castelmonte. Volvió a imponerse la fuga con un sprint un tanto irregular de Bouwman (Jumbo) en la línea de meta que le valió para levantar los brazos por delante de Schimd (Quick–Step) y Tonelli (Bardiani). Las protestas de Schmid no sirvieron para nada: la maglia azzurra vencía en Castelmonte. Y entre los favoritos, lo de siempre: vigilancia, algún ataque que no llegó a buen puerto de Mikel Landa y 0 diferencias entre Carapaz, Landa y Hindley.
Hindley sentencia el Giro en la Marmolada
Parece mentira que la general se resolviera en el último puerto de la carrera. Era la 20ª jornada, entre Belluno y la Marmolada, con San Pellegrino y el Pordoi en medio del camino. De nuevo se hizo la fuga y, entre los valientes, hubo uno que lo fue más: Covi (UAE). El italiano atacó a 54 de meta y coronó en solitario el Pordoi (cima Coppi) y la Marmolada. Una cabalgada alucinante. Los favoritos llegaron juntos a la Marmolada y Hindley repitió la operación de Aprica: paró a Kämna para que pusiera un ritmo alto. Kämna hizo su trabajo y el australiano se lanzó a la aventura. Y nadie pudo seguirle, voló para ganar el Giro de Italia. Landa cedió 49 segundos con el del Bora, pero un Carapaz de rosa y hundido se dejó 1:28 y todas las opciones de levantar el trofeo Sezafine el día de su cumpleaños.
En la 21ª etapa, una CRI con inicio y final en Verona, Carapaz no pudo asaltar el rosa, Landa aseguró su 2º podio en una grande tras 7 años y Pello (Bahrain) soñó con un 4º puesto que Nibali (Astana) defendió por unos segundos. La etapa se la llevó Sobrero (Bike–Exchange) con un crono sensacional, por delante de Arensman y Van der Poel (Alpecin), que valen para todo.
Los nombres del Giro
Además de la general, como en todas las grandes vueltas, el Giro tiene sus premios para el mejor velocista, para el mejor escalador, el mejor joven y el supercombativo.
Démare (Groupama) ha sido el mejor sprinter y no ha tenido rival en la lucha por la clasificación. Además, se va del Giro con 3 etapas en el zurrón. El mejor escalador, Bouwman, se lo ha ganado a pulso, metiéndose en todas las fugas y ganando 2 etapas. Juanpe ha sido el mejor joven, sin muchas complicaciones y gracias al abandono de Almeida. Además, siempre es bueno recordar que se vistió de rosa por 10 días. Y el supercombativo no podía ser otro que Van der Poel, siempre puesto para entretener al espectador. Al neerlandés poco le importaba el perfil de las etapas, porque siempre estaba en la fuga. Se lleva todo de este Giro, incluida una etapa y vestir el rosa hasta la montaña.
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