El 2022 se podría convertir en un año bisagra para la historia del ciclismo y sus tres grandes vueltas. Durante los últimos meses es evidente que los organizadores de las competiciones más importantes del circuito apuestan por iniciar el recorrido fuera de las fronteras que los caracterizan. ¿Se trata de una tendencia que llegó para quedarse?
Por primera vez en la misma temporada, La Vuelta a España (Países Bajos), El Tour de Francia (Dinamarca) y el Giro de Italia (Hungría) tuvieron sus primeras etapas en otros países, lo que ha generado un gran debate entre los fanáticos del deporte. De hecho, muchos empiezan a valorar tanto los beneficios como las adversidades que tiene dentro del espectáculo.
¿Por qué las grandes vueltas empiezan en otros países?
Para portales como Zikloland, la decisión que han tomado las grandes vueltas viene marcada por los beneficios económicos que reciben al trasladarse a ciudades poco habituales en su recorrido. Además, acercarse a un público nuevo puede mejorar el impacto de la marca.
Aunque durante algunos años más se mantendrá esta iniciativa, un sector espera que las competiciones reinas vuelvan a su ruta tradicional. Los principales afectados han sido los atletas, que sufren el desgaste de agregar más viajes al calendario. Sin embargo, esta temporada podría ser recordada por dar inicio a una nueva era.