Pogačar en una conferencia de prensa en España el 18 de diciembre de 2023. JOSE JORDEN (AGENCE FRANCE-PRESSE)

Los amantes del ciclismo tienen motivos para estar eufóricos. Tadej Pogačar aspirará a la victoria en el Giro de Italia (4 al 26 de mayo) y en el Tour de Francia (29 de junio al 21 de julio) en 2024, una proeza sólo al alcance de siete corredores en toda la historia.

“Siempre ha sido un sueño correr el Giro. Ahora soy mayor, creo que podré afrontar dos grandes vueltas, estoy preparado para un nuevo desafío”, subrayó el esloveno en diciembre cuando confirmó sus intenciones de hacer el doblete. Pogacar, que si fuera por él disputaría las tres grandes vueltas el mismo año, bromeó con que “habrá mucha pasta y pizza en el menú el año que viene”. Recordemos que el Tour de Francia de este verano partirá de Florencia y recorrerá durante tres etapas el norte de Italia.

Una proeza histórica

Echando la vista atrás nos damos cuenta de que son muy pocos los que se han planteado seriamente  el desafío colosal de conquistar tanto el Giro de Italia como el Tour de Francia en una sola temporada. Fausto Coppi, Il Campionissimo, fue el primero en lograr este doblete extraordinario en 1949 y 1952. Anteriormente, su compatriota y mayor rival, Gino Bartali, estuvo a punto de rozar la gloria en 1937. Tras ganar el Giro de aquella edición, Bartali, que por aquel entonces iba de líder, perdió la oportunidad de hacerse con el maillot jaune a consecuencia de una caída en las carreteras alpinas.

Tras la gesta de Coppi, apareció un rubio normando con ojos azules. Jacques Anquetil se alzó con el doblete en 1964, después de fracasar en su intento de 1961 al perder la maglia rosa frente al italiano Arnaldo Pambianco. Su carrera estuvo marcada por su eterna rivalidad con Raymond Poulidor, que alcanzó su punto culminante durante el Tour de Francia de 1964, con el episodio legendario de la ascensión al Puy de Dôme. Ese día, Monsieur Chrono dijo: “Si Poulidor me hubiera quitado el maillot amarillo, ¡me iba a casa esta noche!”.

Jacques Anquetil y Raymond Poulidor pugnan durante la subida al Puy de Dôme en el Tour de 1964. ROGER KRIEGER (PRESSE SPORTS / CORDON PRESS)

Desde julio de 1969 hasta julio de 1975, Eddy Merckx fue imparable, conquistando cada prueba que se proponía y llegando a acumular durante esos seis años dos Mundiales y doce Monumentos. Su reinado divino dejó un legado insuperable. En ese período de tiempo, el Caníbal logró tres veces el doblete Giro-Tour (1970, 1972 y 1974).

Bernard Hinault, el feroz Le Blaireau (‘El Tejón’), logró sus dos dobletes en 1982 y 1985. Aquella victoria en el 85 supuso su quinto y último Tour. Al año siguiente, intentaría ganar el sexto con el que superaría a Merckx. Sin embargo, quedó segundo tras su compañero de equipo, el californiano Greg LeMond.

Sin lugar a dudas la mayor sorpresa de esta lista es Stephen Roche, quien desafió la lógica en 1987 triunfando tanto en la ronda italiana como en la francesa. Aquel Tour del 87 fue un intenso mano a mano entre el irlandés y Perico Delgado. Los aficionados más experimentados recordarán la subida a La Plagne. En aquella 21ª etapa Delgado atacó desde el inicio consciente de que era en ese escenario donde tenía que sellar su victoria en la general. Sin embargo, Roche resistió y logró entrar en línea de meta a escasos cuatro segundos del español. Tal fue su esfuerzo que tuvo que ser atendido con oxígeno y trasladado en ambulancia al hospital. Por suerte para él, aquel Tour no se le escaparía.

Stephen Roche atendido con oxígeno en el Tour de 1987. GETTY IMAGES

Luego vendría Miguel Induráin, el único corredor en ganar cinco ediciones del Tour de Francia consecutivas (de 1991 a 1995). Miguelón, al igual que Coppi e Hinault, también logró el doblete en dos ocasiones, en 1992 y 1993. Un lustro después del navarro, el enigmático Marco Pantani tejió su propia historia en aquel inolvidable 1998, seis años antes de su muerte. 

El Pirata, el último ciclista en ganar el rosa y el amarillo en la misma temporada, se llevó el Giro de aquella edición por delante del ruso Pavel Tonkov para delirio de los tifosis. Tras su victoria, decidió correr también La Grande Boucle. Allí le esperaba el teutón Jan Ullrich, uno de sus mayores rivales a lo largo de su carrera deportiva. En la 15ª etapa, bajo una lluvia y un frío intenso, Pantani sacó de rueda al resto de favoritos en el paso del Galibier. Al término de la etapa, el italiano era el nuevo líder y ya no soltaría el maillot jaune.

En este siglo, figuras como Chris Froome, Tom Dumoulin o Alberto Contador se aproximaron al sueño del doblete, pero las circunstancias y adversidades les alejaron de repetir las hazañas de antaño. Pogacar, el caníbal del mechón rubio, buscará emular un doblete que se ha convertido en una quimera para aquellos que lo intentan. Independientemente de si lo logra o no, Pogi cogerá el testigo de la extraordinaria valentía de las leyendas que han desafiado los límites de lo posible en el ciclismo.

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